lunes, 13 de diciembre de 2010

Mi cocina como caja de Pandora

Hace tres meses que hay un tipo atrás de mi heladera. Lo descubrí una noche de no-calor, cuando fui a satisfacer un antojo de queso rallado. Ahora, cada vez que voy a la cocina, lo saludo y él me responde con un gesto. Si estoy de humor, le convido una aceituna.

El tipo sigue ahí, acurrucado y muy nervioso...

No hay comentarios: