sábado, 1 de marzo de 2008

De santos marginales

Resulta que una vez conocí a un personaje mexicano en un curso de Producción de TV. Y resulta que este fultano se volvió a su Querétaro natal allá por la primavera del 2007. Pero resulta que le caí muy bien, muestra de esto es que me obsequió una postal de Jesús Malverde. Quién es Malverde? Por la cantidad de devotos religiosos que reúne México, calculo que es el segundo Jesús más rezado. Este buen hombre era un "bandolero" de su país, por la zona del Pacífico, cerca de la ciudad de Culiacán. Como suele suceder en varios de estos casos, el hombre le robaba a los ricos para darle a los pobres, una suerte de Robin Hood más "cuate". (Si el tema de los justicieros populares interesa, sugiero leer "Bandidos" de Eric Hobsbawm). La historia es repetida, lo matan en situación confusa, un día alguien le reza para pedirle por un familiar enfermo, este se salva, el hecho trasciende y la devoción se multiplica. La Iglesia no lo reconoce porque dice no saber quien era, que milagros hizo...o sea, si no lo impuso el alto clero, es herejía. Pero en el caso de Malverde, lo destacado y singular de su santificación es que no es un amuleto popular más. En México es conocido como el Santo de los Narcos y quienes trafican todo tipo de drogas recurren a pedidos de suerte y otras "yerbas". Vale la pena rescatarlo, no es una divinidad para cualquiera...