jueves, 14 de enero de 2010

El oso andino y los métodos inductivo y deductivo de la investigación

En estos días el canal "Animal Planet" presentó un documental sobre los osos andinos, habitantes de la franja territorial que se extiende desde el norte "más norte" de Argentina, parte de Bolivia, Perú y Ecuador hasta Venezuela. La discusión del programa no se centraba en el análisis general del estilo de vida de estos animales sino en una supuesta dieta que, sorpresivamente, incluiría la carne. El llamado "oso con anteojos" siempre fue considerado omnívoro pero con una clara tendencia a los vegetales, con lo cual la aparición de grupos de campesinos que los acusaban de comer animales de su ganado ponía en pie la discusión sobre la verdadera preferencia a la hora de elegir un plato de comida. Con este panorama, los actores encargados de la investigación se dividían en dos grupos: por un lado, aquellos que luego de recoger a priori algunos testimonios de los pobladores partían de la teoría de que los osos andinos mutaron su dieta hasta hacerse reales carnívoros y, por el otro, quienes preferían la cautela y se abocaban al trabajo de campo referido a la búsqueda "caso por caso", herramienta que les permitiría, luego sí, una generalización sobre el tema. De esta manera, se evidenciaban dos métodos disímiles entre sí: en el primer caso, el hipotético deductivo, en el segundo, el inductivo. El curso del programa permitió también la entrada en escena de otros dos actores sociales contrapuestos: uno, el de los campesinos que a través de mostrar ejemplos de algún animal de su ganado muerto culpaban al oso y lo mostraban como un depredador para justificar su casería. El otro, un activista de una sociedad protectora que, folleto en mano, iba casa por casa intentando concientizar a los lugareños sobre las bondades del oso andino y el peligro que acarriaría su persecusión, cuyo final podría ser su extinción. Estas dos posturas no ocultaban un carácter subjetivo, ya que ambos puntos de vista tenían intereses personales en juego. Y es mediante estos testimonios que también se puede enriquecer una investigación. El problema es el traslado de una cuota importante de "lo subjetivo" dentro de los científicos intervinientes en la cuestión. Lo que se pudo observar en el desarrollo del programa es una tendencia desmedida de aquel investigador que optó por el método hipotétito de deducción, el cual partió de la teoría de que el oso andino había incoporado una gran dosis de la práctica carnívora a su dieta. Con el fin de llegar a corroborar y confirmar esta idea, el científico forzó su objeto de estudio de manera tal que con unos pocos casos de campesinos desperdigados en miles de kilómetros arribó a la generalización que buscó justificar desde un principio. Bastante más cauto que éste, el investigador que optó por el modo inductivo realizó un trabajo de campo minusioso, recorrió una buena extensión del territorio en cuestión y con grandes rasgos de objetividad se encargó de levantar la mayor cantidad de testimonios de los pobladores de la zona. El formato del programa permitió al televidente anticipar las conclusiones a las que arribarían cada uno de los investigadores: mientras que uno se perdió en la búsqueda de la satisfacción propia, contentándose con avalar su propuesta teórica, rtminó afirmando que el oso era una nueva especie de depredador, el otro pudo abstraerse del campo social y personal para apoyarse en un método científico que lo llevó a considerar que los casos analizados no permitían confirmar que la sospecha del cambio alimenticio de los osos andinos era cierta. El ejemplo de este estudio da la posibilidad de observar las dificultades que se pueden presentar al momento de adentrarse en una investigación y no poder alejar los intereses personales en relación al objeto analizado.

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